una tarde a caballo

Las vacaciones son siempre un modo para detener el tiempo y saborear los momentos agradables que luego, pasado el verano, volverán al recuerdo con una sonrisa. Un paseo a caballo es el modo mejor para comprender Chia y sus bellezas naturales.

 

A pocos minutos del hotel se encuentra el centro hípico de Giancarlo, hombre sencillo, de abundante barba blanca y siempre tocado por su sombrero. Es él quien acompaña a sus huéspedes en las excursiones, idóneas tanto para niños como para adultos, y es él quien estudia el recorrido cada día, adaptándolo cada vez a las necesidades de quien quiere cabalgar durante una hora o a las de quien prefiere pasar con él toda la jornada. Entre los distintos itinerarios propuestos por Giancarlo, es muy aconsejable sin duda el que lleva hacia la cala Cipolla. Sobre la montura, tendrán la oportunidad de disfrutar la vista de la gran playa, de los granitos rosados, del mar transparente, dejándose acunar por el paso del caballo.

 

Continuando por el camino que lleva al faro del cabo Spartivento, se encontrarán de improviso en la cima de la cuesta, para admirar el paisaje que se abre hacia el cabo Teulada. Las formas caprichosas de las rocas, modeladas por el viento y las olas, parecerán emerger poco lejos repentinamente del mar en la majestuosidad de los llamados Padiglioni, las formaciones de granito proyectadas hacia los islotes Ferraglione. La línea de costa se hace irregular avanzando hacia el oeste, se curva para dibujar innumerables calitas, profundas ensenadas, donde la resaca descubre un lecho de arena finísima.

 

En espera de que el sol baje un poco para dejarles con la mirada soñadora, perdidos en el paisaje, concédanse una pequeña pausa para escuchar de su acompañante la historia de estos lugares, para ver revivir el pasado de Chia y sus alrededores en sus palabras: tendrán otro momento agradable que conservar en la memoria y llevarse de vuelta a casa. En el camino de vuelta, sin previo aviso, Giancarlo les llevará a pasear por la playa. Deslumbrados por los reflejos del estero que dejaron las lluvias de invierno, como por arte de magia se verán de nuevo en el centro hípico, felices por su pequeña aventura. Una experiencia intensa, que les ayudará a comprender qué quiere decir vivir Chia, sus bellezas naturales, su luz, y qué significa para nosotros vivir todo el año el Aquadulci.


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